Se me ha ocurrido subir esta receta, a raíz de una velada estupenda en casa de mi amigo Míchel. Él es un "cocinitas" estupendo, a menudo quedamos para cocinar y nos intercambiamos recetas. Gracias a él he aprendido a hacer miles de dulces y lo pasamos siempre fenomenal.
Pues bien, haciendo un día buñuelos en su casa, lo pasamos de lo lindo rellenándolos de crema pastelera (que a él le sale deliciosa) y de trufa, que hasta entonces, no sabía hacerla. Como no teníamos manga pastelera, decidimos improvisar una con una bolsa para congelar alimentos. La crema pastelera estaba tan espesa, que al hacer fuerza para rellenar los buñuelos, se me explotó en las manos poniéndonos a los dos hasta las cejas de crema.
En fin, no puedo dedicarle nada más que a él esta receta, que tanto nos hizo reír. Amigo, te la dedico con todo mi cariño.
Veréis, soy una loca de los productos de Mercadona, me encanta pasearme por el supermercado, porque siempre encuentro lo que busco, a un estupendo precio. Allí vais a poder encontrar todo lo necesario para hacer la trufa. Vais a necesitar:
- Un brick de los grandes de nata para montar.
- Azúcar al gusto.
- 3 cucharadas de cacao en polvo.
Sólo debéis empezar a montar la nata con las varillas y cuando ésta comience a tener consistencia, añadid el azúcar y el cacao. ¡Ya está! Sencilla, ¿verdad?
Aunque... eso no es todo, amigos. Mi versión de crema de trufa favorita es la siguiente:
Sólo hay que sustituir el cacao y el azúcar por medio bote de crema de cacao. El procedimiento es el mismo y el resultado... uhmmmm, espectacular.
Mirad qué resultado más apetecible y esponjoso:
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| * La fotografía no es de mi propia cosecha. |
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