domingo, 8 de septiembre de 2013

CAFÉ CREMOSO

¿Os apetece un café espumoso?
Hace unos años viajé a Roma para visitar a mi hermana Cristina. Recuerdo que acababa de terminar la carrera y estaba desesperada por vivir un buen verano. A mi padre se le ocurrió mandarme allí para descansar y conocer esa bella ciudad. Mi hermana, como era de esperar, se portó conmigo genial y conocí de primera mano todos los monumentos y museos, HASTA CONOCÍ AL PAPA. :p 
Si os soy sincera, ha sido uno de los mejores viajes que he hecho en mi vida.
Lo que nunca olvidaré es el sabor del café que nos ponían en los bares cuando íbamos a desayunar. Era un sabor tan particular... Hasta en los bares y restaurantes que podríamos considerar como "cutres", servían un café que te transportaba a otra dimensión. Jamás probaré mejores capuccinos que allí.
Pues bien, basándome en esos maravillosos cafés cremosos, di con la clave para prepararlos yo misma. Os advierto que no son lo mismo, ni de lejos, pero al menos, podemos deleitarnos con la espumita que os voy a enseñar a preparar.








Lo primero que necesitáis es un batidor de leche como éste:






Los podéis encontrar en tiendas como Tiger o Ikea, su precio es muy económico, van a pilas pero no gasta mucho. Yo lo tengo dos años, aún no he cambiado la pila y os aseguro que en casa lo usamos bastante.

Para preparar nuestra espuma vamos a llenar un vaso con un poquito de leche, ésta no tiene por qué ser entera, yo siempre uso la semidesnatada.






Este poquito nos servirá para crear suficiente espuma para una taza de café. 
Calentaremos a temperatura máxima en el microondas la leche, durante un minuto y medio. Estad atentos, porque enseguida hervirá y tendréis que sacar el vaso.
Batid la leche muy caliente con el batidor hasta que se empiece a formar la espuma.






Podréis ir viendo cómo duplica su volumen, debido a que la leche ahora es pura crema.






Servid el café en una taza y verted la espuma sobre el mismo. Yo os recomiendo que azucaréis el café antes de poner la crema, ya que si lo hacéis al final, podréis deshacerla.

Para terminar, podéis decorar el café con un poquito de cacao en polvo o de canela. Si acompañáis el café con unas onzas de chocolate, será toda una delicia poder disfrutar de vuestro café al estilo italiano.







Espero que disfrutéis mucho y que no dejéis de barajar la posibilidad de ir a Roma y conocer "la città eterna".









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